CONSEJOS PARA MEJORAR EL OLIVAR
CONSEJOS PARA MEJORAR EL OLIVAR
July 21, 2016 No Comments on CONSEJOS PARA MEJORAR EL OLIVAREn este articulo pretendemos acercar algunos puntos fundamentales a tener en cuenta para le mejora del cultivo del olivar. A pesar de que cada explotación agrícola posee unas características agronómicas especificas que condicionan su productividad y rentabilidad, además de aspectos como el cambio climático u otros efectos, hay ciertos puntos muy importantes que se deben considerar para alcanzar una mejora productiva.
Conocer los aspectos que le dan valor a la finca en cuestión
Hay ciertas variables como la ubicación geográfica, orografía, variedad de planta, sistema de cultivo, suelo… que hacen diferente cada olivar, aportándole unos aspectos fuertes y otros débiles.
Es necesario conocer el estado general de la finca, determinando su capacidad productiva, la situación actual, analizar cual es el objetivo que se pretende conseguir, etc. Para ello, se debe recurrir a la realización de análisis agroquímicos periódicos. Ya que la interpretación de sus resultados ayudará a detectar los puntos de valor de la finca, y facilitarán el diseño de tratamientos específicos adaptados.
Por ejemplo: Si el suelo de la finca, posé un elevado pH, provocará problemas en Zinc y Magnesio, elementos que limitaran la producción. Si los resultados de un análisis foliar, indican esta carencia, se puede decir que se ha detectado un punto débil en la finca, y sobre el que habrá que actuar periódicamente para corregir deficiencias.
Controlar las plagas y enfermedades
Se podrían clasificar en dos categorías:
– Endémicas: aquellas que en determinadas zonas y de manera periódica, normalmente cada año, atacan al cultivo. En estos hay que estar muy atentos a la evolución de la población para conseguir la máxima efectividad de los tratamientos.
Por ejemplo: La Mosca del olivo (Bactrocera oleae) en zonas de sierra, Barrenillo del olivo (Phloeotribus scarabaeoides Bern) cerca de núcleos urbanos o el Repilo del olivo (Spilocaea oleagina) en zonas de vaguada.
– Puntuales: aquellas que de manera puntual afectan al cultivo, el riesgo de ataque suele producirse cada 8-10 años. No es necesario aplicar trataremos fitosanitarios a menos que haya indicios claros de plaga que puedan perjudicar al cultivo.
El tratamiento más adecuado y cómo actuar, lo primero es realizar un diagnóstico fitopatológico para determinar el tipo de agente patógeno y si la plaga o enfermedad que está afectando al cultivo es endémica o es puntual.
Una vez identificado el tipo de plaga o enfermedad y su categoría, recomendamos aplicar tratamientos fitosanitarios sólo en caso de que hayan sido identificadas como endémicas. Con esta estrategia se reduce sustancialmente la aplicación de tratamientos fitosanitarios, principalmente insecticidas.
Caracterizar el tipo de suelo
Es esencial conocer la tipología de suelo de cada explotación, y sus características agronómicas y nutricionales para poder determinar, en primer lugar, cuales son los puntos fuertes y débiles desde el punto de vista edafológico. Y, en segundo lugar, diseñar planes de fertilización adaptada a cada finca, con el objetivo de maximizar la producción con el mínimo uso de fertilizantes y el menor impacto ambiental.
La caracterización agronómica se realiza mediante análisis de suelo que proporciona información sobre la textura, su nivel de fertilidad, la capacidad absorción de los nutrientes y cómo condicionan el equilibrio nutricional del olivo.
Por ejemplo: Si mediante la analítica se identifica como punto débil una elevada concentración de Calcio en el suelo, lo más probable es la finca tenga graves problemas de absorción de Magnesio y Boro. Para neutralizar sus efectos negativos sobre el cultivo, la elección de fertilizantes resulta fundamental. En este escenario, recomendamos el uso de fertilizantes de suelo o fertirriego de elevada concentración de estos dos elementos.
Conocer las características del agua
No todas las aguas son aptas para el riego. Por ello, recomendamos la realización de análisis de agua de riego y definir cuáles son sus puntos fuertes y débiles para actuar a tiempo y corregirla, atenuando sus consecuencias negativas sobre la finca a corto y medio plazo.
Por ejemplo: En el caso de suelos con poca caliza total, si se riega con agua de baja conductividad y una elevada concentración de bicarbonatos, al cabo de cierto tiempo (en función de la intensidad del riego) el suelo se sodificará, es decir, la acumulación de Sodio generará un aumento del pH por encima de 9 afectando a la dinámica de la mayoría de los nutrientes y, al mismo tiempo, el suelo se volverá impermeable originando procesos de hipóxia que volverá al olivar totalmente improductivo.
Nutrientes de los que dispone el cultivo
Es necesario conocer los nutrientes de los que dispone el cultivo a lo largo del año. Identificar los excesos o deficiencias nutricionales, evaluar la respuesta con respecto a los fertilizantes aplicados, anticiparse a las anomalías que puedan afectar la producción, etc.
Para ello aconsejamos realizar un análisis foliar (al menos una vez al año) para obtener información sobre el estado del cultivo y establecer un plan de fertilización efectivo.
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